viernes, 24 de abril de 2015

Miguel Fuster

"He pasado15 años de mi vida extraviado por las calles con el alcohol como único, aunque nefasto, ángel custodio. Pero lo único que no pudieron quitarme es mi obsesión por ser libre, la vergüenza y el miedo" MIGUEL FUSTER Hace un año Miguel Fuster se hizo famoso por la publicación de Miguel, 15 años en la calle (Glénat), un cómic en el que narraba su vida como vagabundo por las calles de Barcelona, tras perderlo todo y caer en las garras del alcohol.Ahora, gracias a la fundación Arrels, lleva nueve años sin beber, ha publicado la segunda parte del cómic, Miguel. 15 años en la calle. Llorarás donde nadie te vea. Y recientemente consiguió el Premio del público en el Salón del Cómic de Barcelona."Ese galardón es muy importante para mí, sobre todo porque es un reconocimiento a un trabajo que no es muy llamativo, que al fin y al cabo son las vivencias de un triste indigente. Me hace mucha ilusión", asegura el autor.
"La gente no sabe lo que es la vida en la calle"  "La gente, afirma, desconoce lo duro que es la vida en la calle y creo que por eso el álbum tuvo tanto revuelo mediático. Porque cuento realmente lo que es la vida de un indigente, la mía"."En ese primer álbum contaba la extrañeza de sentirte, de repente, en la calle, solo y sin amigos. Y en este segundo ya he asumido que estoy en la calle, que soy indigente y que no tengo posibilidad de volver atrás. Comento cosas que me pasan en la calle cuando ya no tenía ninguna esperanza de salir"."Supongo que seguiremos sacando cómics, comenta Fuster, aunque depende del editor y de cómo se venda. En mis tiempos de Bruguera yo trabajaba por encargo, estos son los primeros cómics de autor que realizo"

"Gracias al cómic me he reencontrado con gente que me creía muerto" "Una de las cosas positivas de hacer este trabajo es que gente que ya me daba por muerto o desaparecido ha podido volver a comunicarse conmigo, porque todas las relaciones que tuve antes de acabar en la calle las perdí. Y ahora se han llevado una alegría enorme", comenta."Cuando estas en la calle, la gente piensa que es porque la familia y los amigos te van dando la espalda. Pero no es así. Lo que pasa es que si te queda un poco de dignidad, a pesar de cómo te ves, tu mismo te alejas, porque ves que haces sufrir a la gente que quieres".Aunque haya dejado atrás esa parte de su vida, confiesa que nunca la olvidará. "Porque yo soy alcohólico, aunque haga 9 años que no bebo, y que dure"."El hecho de que gracias a estos cómics vean que he conseguido dejar el alcohol, toco madera, es muy positivo. Y también para que la gente sepa lo que es la vida de los indigentes, porque la gente ve un montón de bultos sucios y piensa, mira, cuatro borrachos que no tienen nada que hacer. Pero no, dentro de cada bulto hay un hombre o una mujer. Y si con los hombres es grave con las mujeres ni te cuento, eso es gravísimo, lo que pasa con ellas". (vía RTVE.es)


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