Buenos
Días y una Felíz Semana para todos desde El Amor| ... hoy termina el
mes de Junio para dar comienzo a Julio, un mes muy interesante en el que
solo debemos enfocarnos en Ser Feliz||.... Un Abrazo de Buenas Vibras
desde mi corazón a uds.
¿Se puede aprender a SER FELIZ?
….Si, entrenando el Optimismo y cambiando hábitos
El empuje personal y la capacidad de sobrellevar los “problemas” son cualidades que todos tenemos, pero hay que desarrollarlas.
1.- Practicar actividades que nos reporten placer que van desde las muestras de cariño hacia los demás como disfrutar del chocolate o de la música que más nos guste
2.- Cultivar las aficiones que más nos satisfacen personalmente, en vez de pasar el tiempo libre con acciones que, si bien son placenteras, no aportan nada a posteriori como… “ver la televisión”; está demostrado que hacer lo que a uno le gusta, sin importar si sirve o no para algo, solo por el placer de hacerlo, nos hace sentir más útil y mas pleno.
3.- Buscar un sentido a la vida más allá de uno mismo. Personas que se integran a grupos (deportivos, culturales, religiosos, etc.) participando y compartiendo, logran niveles de satisfacción con la vida
Ni la educación, ni el país, ni la raza influyen a la hora de ser feliz, ni siquiera un estado de salud optimo se la garantizan.
De la trilogía “salud, dinero y amor” podemos eliminar los dos primeros términos; aférrate con entusiasmo al tercero, éste si determina nuestra alegría más duradera.
El único elemento externo que diferencia a los más felices de los que no lo son es la intensidad de sus relaciones sociales, la felicidad está más ligada a los sentimientos profundos que a lo que pasa a nuestro alrededor, por eso, aférrate al tercero y mira a través de él.
A pesar de que heredamos en gran medida el estado de ánimo de los padres y, un 25% de nuestra habilidad para ser feliz viene escrita en los genes, el 75% lo ponemos nosotros, somos los únicos responsables de nuestra felicidad.
Nuestras percepciones son subjetivas, el temperamento moldea las perspectivas de las cosas.
No son nuestras ideas as que nos hacen optimistas o pesimistas, sino que es nuestro optimismo o pesimismo el quelas moldea.
Los optimistas consiguen soluciones, controlan las circunstancias manteniendo su equilibrio emocional.
El poder reparador del optimismo es independiente de la edad, el sexo, la inteligencia, el nivel de formación o los recursos económicos.
La confianza en uno mismo, la interpretación positiva de los sucesos y la esperanza nos protegen de los efectos nocivos de los infortunios.
Identificar y promover lo mejor en nosotros nos ayuda a tener una mente sana y una actitud optimista.
….Si, entrenando el Optimismo y cambiando hábitos
El empuje personal y la capacidad de sobrellevar los “problemas” son cualidades que todos tenemos, pero hay que desarrollarlas.
1.- Practicar actividades que nos reporten placer que van desde las muestras de cariño hacia los demás como disfrutar del chocolate o de la música que más nos guste
2.- Cultivar las aficiones que más nos satisfacen personalmente, en vez de pasar el tiempo libre con acciones que, si bien son placenteras, no aportan nada a posteriori como… “ver la televisión”; está demostrado que hacer lo que a uno le gusta, sin importar si sirve o no para algo, solo por el placer de hacerlo, nos hace sentir más útil y mas pleno.
3.- Buscar un sentido a la vida más allá de uno mismo. Personas que se integran a grupos (deportivos, culturales, religiosos, etc.) participando y compartiendo, logran niveles de satisfacción con la vida
Ni la educación, ni el país, ni la raza influyen a la hora de ser feliz, ni siquiera un estado de salud optimo se la garantizan.
De la trilogía “salud, dinero y amor” podemos eliminar los dos primeros términos; aférrate con entusiasmo al tercero, éste si determina nuestra alegría más duradera.
El único elemento externo que diferencia a los más felices de los que no lo son es la intensidad de sus relaciones sociales, la felicidad está más ligada a los sentimientos profundos que a lo que pasa a nuestro alrededor, por eso, aférrate al tercero y mira a través de él.
A pesar de que heredamos en gran medida el estado de ánimo de los padres y, un 25% de nuestra habilidad para ser feliz viene escrita en los genes, el 75% lo ponemos nosotros, somos los únicos responsables de nuestra felicidad.
Nuestras percepciones son subjetivas, el temperamento moldea las perspectivas de las cosas.
No son nuestras ideas as que nos hacen optimistas o pesimistas, sino que es nuestro optimismo o pesimismo el quelas moldea.
Los optimistas consiguen soluciones, controlan las circunstancias manteniendo su equilibrio emocional.
El poder reparador del optimismo es independiente de la edad, el sexo, la inteligencia, el nivel de formación o los recursos económicos.
La confianza en uno mismo, la interpretación positiva de los sucesos y la esperanza nos protegen de los efectos nocivos de los infortunios.
Identificar y promover lo mejor en nosotros nos ayuda a tener una mente sana y una actitud optimista.
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